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Poema. Cave canem.

 

Cave canem

 

Homero lo escribe, Borges recuerda,

Aquiles -quizá-, tropezó con él.

El de Belluno lo tiene por fiel,

y el Hispalense sus letras le presta.

 

Sus ojos, bañados en sol, no cuentan

meses ni días; años a granel

deslavan colmillos, uñas y piel,

mas no la tierna y familiar silueta.

 

Tres caras Dante miró; una sola,

cuitados y alegrías, con la ronca

voz milenaria, mi vida enriquece.

 

Compartimos el presente infinito

y la memoria de lo ya perdido:

mudan los nombres, más él permanece.

 

Francisco Arriaga.

México, Frontera Norte.

23 de julio de 2021.

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