Ir al contenido principal

Entradas populares de este blog

De oficios y beneficios. A Simitrio Quezada.

  De oficios y beneficios.   A Simitrio Quezada. Se dice que, actualmente, en España se publica un libro cada 6 minutos. La estadística especifica una cifra redonda: 290,000 libros con ISBN, por año. Citar la queja de Cicerón, lamentándose por la desobediencia de los hijos hacia sus padres y el volumen de libros escritos ya en sus días, resultaría vano. Más que escribir, redactar o hilar coherentemente un par de frases y tratar de armar un rosario con las diferentes partes que pueden conformar una oración, el hecho de escribir y publicar ha popularizado hasta el extremo la imagen misma del escritor, aunque el arte -y el oficio mismo- de ‘escribir’ sea, por naturaleza, impopular y hasta elitista si se quiere. No todos quienes ‘escriben un libro’ pueden ser considerados ‘escritores’ y no todos quienes efectivamente lo son, inundan con sus obras los estantes de las ya diezmadas y pocas librerías existentes. Todo escritor, tarde que temprano, se encuentra cara a cara con...

Poema. wwiii.

 wwiii ¡la deseamos tanto! asoma con timidez sobre el horizonte, trae sobre la frente los rayos del sol y por la noche ronronea su danza de petardos y fuegos de artificio desliza sus dedos y rasca montañas, valles, cordilleras, y cruza los mares, ajena y altiva ignora las corrientes transoceánicas y sus pasos felinos acarician las arenas de lugares sin nombre lleva sobre los hombros una carga ligera, suyo es el fuego, la sangre, el llanto y la palabra que bajó del cielo busca con sus ojos ciegos un lugar, un rincón, el sitio donde sus allegados podrán erigir el cuartel y lleva, uno por uno, el registro de quienes caen, de quienes lloran mutilados y torpes, como viejos maniquíes de sastre callejero pero nunca le preguntes quiénes fueron antes que tú; quiénes con sus huesos formaron un muro, nueva frontera, régimen nuevo, otros dioses, otros credos todo lo quiere y reclama y suya es la lista de la vida y la muerte y suyos los pasos que, sigilosos retumban de polo a polo ¿escuchas la ...

Infierno de madera.

  Infierno de madera.   El infierno cabe dentro de una inofensiva, inocente, cajita de madera. Y esa cajita se supone que contiene, exactamente, un litro cúbico. [1] Pudiera haber sido en 1984, 1985, cuando a mi madre y a mi abuela les dijeron que había ‘trabajo’ temporal, para una semana, despepitando matas de cacahuate. No sabía ni cómo eran las plantas del cacahuate, no sabía lo que era ‘despepitar’, y tampoco sabía que existiesen aquellos cubos ásperos, toscos, de interiores perfectamente rectos y que mostraban en el exterior un sinfín de golpes, cicatrices en la madera que evidenciaban su uso y abuso. En ese entonces estaba por cumplir los diez, quizás los once años. Y mi abuela me llevó con ella, por la tarde, a un zaguán donde esperaba una montaña informe que olía a hierba y tierra húmeda, donde las plantas parecían acelgas o verdolagas sin lavar y que tenían unas raíces llenas de bultos, como terrones de barro anudados o enredados en la raíz. Nos dijeron que no...