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Requiem à lui-même.

Requiem à lui-même.

El Requiem à lui-même comenzó a escribirse el 6 de julio de 2022, como si se tratase de un exorcismo, o una broma -de buen o mal gusto, eso queda al juicio del oyente-.
Fue escrita en dos periodos, el primero abarcaría los primeros días de julio del año pasado, avanzando hasta el compás 16 de la pieza.
El ‘proyecto’ quedó adormecido casi un año, hasta que en esta semana pudo retomarse y llegar al final, marcado por el compás 42. Por su tempo lento, la partitura de 5 páginas abarca poco más de 8 minutos.
Tal como en su momento dijese Simitrio Quezada al publicar su ‘Examen de conciencia’ y citando textualmente, ‘no tengo pensado morirme pronto’.
¿Por qué razón escribir una pieza, esta pieza, en la forma que tiene, con el título que tiene, con la intención que contiene? Son preguntas para las que, lamentablemente, no tengo respuesta. Y tampoco dejaré la tarea o la petición, implícita o explícita, de que esta pasada musical se interprete el día que deba ceder a las caricias insobornables de la Parca.
Tómese pues, en su justa dimensión: un equivalente acústico a aquel antiguo y generalizado acto de dar tres golpecitos sobre la mesa de madera, para deshacerse de males y días aciagos.
Y, viendo cómo van las cosas, qué curioso que esto haya sido finiquitado precisamente hoy, en el día de San Juan.


Francisco Arriaga.
México, Frontera Norte.
6 de julio de 2022-24 de junio de 2023.



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