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Poema. Nequaquam vacuum.




nequaquam vacuum





a simitrio quezada


A faith like an ax. As heavy, as light.
Kafka, The Zürau aphorisms, 87.




cual glóbulo ocular
arrancado de la cuenca
que mira
su reflejo
en un glóbulo ocular
arrancado de la cuenca

así
ambos, sobre la misma mesa,
-plancha quirúrgica,
acerada premonición-
yacemos inertes
vigilantes y presos
del presente apático,
sin juicios ni condenas,
sin el indulto vil
ni el perdón magro,
sin la soberbia espiritual
del pasado sacrosanto
ni la funesta memoria
de liturgias profanas
ni cánticos guturales
  
 así,
ambos, en el mismo tiempo,
yacemos inermes
atónitos y boquiabiertos
ante la eternidad mayéutica
y percibimos
en el resabio de la copa
que jamás bebimos
la respuesta

no era otro el fin
de la plancha de acero
que demostrar
glóbulo contra glóbulo
reflejada en el reflejo
la pregunta
y sus setenta y siete variaciones

sentido, meta,
misión, vocación,
empeño, esencia,
valor, pasión,
todo cabe
entre los signos
simétricamente opuestos
de la interrogación gramatical

el ojo es imagen perfecta
del dios perfecto
que ignora la forma que tiene
hasta que se mira en los ojos del hombre

el ojo no sabe que tiene
la esférica forma
de una herejía medieval
y también la salvación luminosa
de una proyección francesa del siglo diecinueve
cuando las formas,
volúmenes y sombras,
se pensaban capaces
de reemplazar la vida

 ¿acaso puede el ojo confesar
su parca y necesaria
debilidad?
¿acaso puede reclamar
a la eternidad que pende
de un último suspiro
la forma de dios,
la figura del hombre,
el propio destino
y su perfección
carnal y etérea?

nos hemos visto
en la gloria de la amistad fraguada
con desvelos y auroras que cantaban en latín,
con montañas y cerros que giraban
alrededor de un autobús de cuarenta y ocho asientos

nos hemos visto en la letra
de un verso perfectible,
en el ritmo de una estrofa perfecta,
en la cuartilla de un cuento
que sabe a mantequilla sobre pan tostado
y café negro

nos hemos visto
de pie entre las miradas
calladas y resignadas
de viajeros que eran llevados
y traídos en los mismos horarios
en que develábamos un verso de benedetti
un aforismo de borges
o una queja suspirante
del suspirante unamuno

y puedo decírtelo
con esta voz afónica
de glóbulo ocular arrancado de la cuenca
que todo lo hemos sido ya
y nos queda todo por serlo
  
que no hemos llegado al final de la carrera
porque la carrera ha terminado ya

¿then, dunc, entonces?

¿cuál es el lenguaje
del glóbulo ocular
que se mira en otro glóbulo ocular
y no tiene párpado
para emular el código morse
y tampoco tiene músculos
para variar su posición
según avanza
el plano de las estrellas móviles?

nos queda un idioma
al que hemos de dotar
con gramática y sintaxis

será ese
un idioma sin letras, signos,
apenas un símbolo:
la inmediata presencia
del reflejo circular
donde lo seremos todo
en el tiempo finito
donde lo hemos sido todo

así,
ambos, en el mismo tiempo,
yacemos conscientes
agradecidos y silentes
ante la eternidad escolástica
y percibimos
en el resabio de la copa
que alguna vez bebimos
las preguntas que aún no formulamos

no la certeza
ni el gozo ni la alegría
imploro al demiurgo para ti

 una duda,
el empujón tautológico
que te ayude a llegar
al próximo siglo

la duda
a la que jamás encuentres solución
ni respuesta,
que sea tu norte y tu guía
como la estrella que guió
a los sabios de oriente

una pregunta que valga
la cifra de [tu]
       [mi]
       [nuestra] vida

  
francisco arriaga
méxico, frontera norte
13-15 de marzo de 2020

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