He trabajado con Scribd los últimos 10 años. Varios proyectos han visto la luz allí, varias cuentas han sido borradas, algunas otras dadas de baja voluntariamente, y he podido asistir a las transformaciones tanto de las herramientas de administración como de las páginas que sirven de soporte para mostrar los documentos al público. Y a pesar de lo que pudiera pensarse, el Scribd de los primeros años era mucho más ambicioso que el actual. No contaba con suscripciones premium forzadas para tener acceso a las herramientas de uso general, como estadísticas o información sobre comentarios o usaurios registrados, y la interfaz era esta: Podía saberse de un solo vistazo cuáles días habían sido los más agitados, y se notaban también a simple vista los patrones en cuanto a visitas y contenidos. Era una herramienta pensada para la distribución de contenidos y la interacción entre quienes compartían esos mismos contenidos. Un par de años después, en el 2012 todo se migró a un mo...
La letra mata. El Espíritu vivifica. Escribir, transfigura.